En Octubre de 1932, los socialistas celebran su congreso
nacional. En ese congreso se deja patente que la mayor parte del socialismo
aboga por la revolución. Y aunque seguirá colaborando con el Gobierno, no son capaces
de asegurar una continuidad, por lo que el apoyo incondicional pasa a ser una
colaboración esporádica, puntual y con reservas.
Aun así, Largo Caballero e Indalecio Prieto se encuentran
con unas bases socialistas, sobre todo la andaluza, más cerca del comunismo y
del anarquismo y por lo tanto más cerca de la revolución.
Ante la postura socialista, la derecha se va haciendo fuerte
y ganando presencia en el día a día de la convulsa vida política.
El gobierno esta debilitado. Azaña duda de los socialistas
pero es sabedor que sin ellos no hay Gobierno. Entre los socialistas y los
radicales las relaciones merman a medida que pasan los días, y eso se hace
palpable en los debates parlamentarios.
El golpe de Sanjurjo parece reavivar el ánimo reformador.
Por fin el 9 de Septiembre se aprueba en Las Cortes el nuevo Estatut de
Catalunya con una mayoría aplastante de 314 votos a favor y solo 24 en contra. El
15 del mismo mes, se aprueba también la Ley de Reforma Agraria.
La ambiciosa Ley de Reforma Agraria pretendía beneficiar a más
de 60.000 campesinos, pero la realidad es que solo 4.300 familias tomaron
propiedad de sus nuevas tierras. La
irritación de los propietarios y terratenientes se acrecienta. Pero lo que es más
grave es que los propios campesinos se sienten decepcionados con la nueva Ley Agraria.
Los anarcosindicalistas nunca creyeron en una reforma capitalista y el propio
Azaña consideraba irrealizable, desatinada, ruinosa y socialmente desastrosa
las pretensiones de expropiación de la Ley Agraria.
Mientras en Catalunya, dos meses después de aprobarse el
nuevo Estatut, se celebran elecciones autonómicas. ERC gana en solitario. El
principal partido de la oposición sigue siendo la moderada Lliga. La recién
creada Unió Democratica de Catalunya obtiene un diputado. El Gobierno central
se ha quitado un problema con el Estatut y con el autogobierno catalán. Las
relaciones y el clima de entendimiento entre la Generalitat y el Gobierno es
bueno. Ejemplo de esas buenas relaciones es la proclamación de Ministro de La
Marina a Lluís Companys (presidente del Parlamento catalán). Con el gobierno
catalán en funcionamiento, se pone en marcha el lento traspaso de competencias.
Lluis Companys nombrado Ministro de La Marina en el Gobierno central de Azaña
A finales de año, el Ministro de Trabajo, Largo Caballero,
impulsa nuevos proyectos: Se trata de un seguro de desempleo, una ley de accidentes
de trabajo en el campo y crea el seguro de maternidad. A pesar de tratarse de
buenas noticias para el Gobierno en el que trabaja, Largo Caballero insiste en
que la revolución está pendiente y se muestra partidario de que dicha revolución
solo puede realizarse con un Gobierno socialista en perfecta sintonía con la
UGT.
A pesar de las reivindicaciones, la cartera de Largo, crea
los jurados mixtos en materia laboral, constituidos para amparar a los
trabajadores frente a la arbitrariedad de los patronos. Esta institución que
nace para mejorar las condiciones de vida de la clase obrera, pronto se
convertirá en un órgano controlado por la UGT.
Largo Caballero, impulsor de varias medidas sociales y laborales que mejoran la vida de los trabajadores
Este hecho aísla aun mas a la CNT, que en medida de protesta
no se adhiere a los actos conmemorativos del primer aniversario de la República
y sus afiliados acuden a trabajar el 14 de Abril. En definitiva, a cada paso
hacia adelante que da el Gobierno se encuentra con problemas en diferentes
sectores.