Los primeros pasos de la República

Pasadas las primeras horas de éxtasis colectivo, la realidad política devuelve a escena los primeros problemas de la recién constituida república. Por un lado, ERC (Esquerra Republicana de Catalunya) a pesar de su corta trayectoria, ya influía de un modo determinante en la vida social y policía española, y su juego no era otro que acatar el nuevo Gobierno pero solo como vehículo transportador de su finalidad; que no es otra que la culminación de su programa electoral: declarar la independencia de Cataluña. Por otro, los Monárquicos conservadores que a regañadientes habían aceptado la proclamación de la república pero no estaban dispuestos que España no sea una cosa diferente a lo establecido en los libros de Historia. 

Encendido el primer fuego, un viaje de urgencia a Barcelona de Fernando de los Ríos y de Nicolau d´Olwer ya como ministros del primer gobierno, calma y apacigua los ánimos y anima a los dirigentes de Esquerra a no precipitarse ni a poner en peligro la recién creada República. Pero como todo tiene un precio, y mas tratándose del ámbito político, los ministros prometen a los independentistas catalanes un nuevo Estatut mucho más generoso y que se tramitaría con celeridad. Macià desiste de proclamar la República catalana pero a cambio se restituye la Generalitat, antigua institución de gobierno catalán, a la que exige que se traspasen las competencias de las diputaciones provinciales.  A partir de esos preacuerdos, Lluis Companys, más autonomista que separatista, tomas las funciones de Gobernador Civil.


Frances Macià, comunica a los catalanes los acuerdos con el Gobierno de la República


El fuego se apaga el 21 de Abril promulgando un decreto del Gobierno de la República reconociendo y dándole legalidad al Consejo provisional de la Generalitat, presidido por Francesc Macià. Pocos días después, Alcalá Zamora viaja a Barcelona para visitar oficialmente la Generalitat.

Alcalá Zamora visita oficialmente la Generalitat de Catalunya


De vuelta a la intensa vida política de esos días, se toman medidas que distinguen el nuevo régimen.  Desde ese momento la bandera española será tricolor: roja, amarilla y morada. El estatuto Jurídico de la Republica establece la aconfesionalidad del Estado, es decir, la libertad de creencias y cultos. 

Borrador con los primeros artículos de la nueva Constitución de 1931

La Iglesia acata la decisión convencida de que mientras esté al frente de la República un presidente católico confeso no habrá motivos para la preocupación. Desde esa medida, nace un nuevo proyecto político liderado por Jose Maria Gil Robles y Herrera Oria bajo las Federaciones Agrarias Católicas y Acción Popular, con un lema donde agrupa los pilares básicos del conservadurismo: religión, familia, orden, trabajo y propiedad.

Mientras, Francia es el primer país en reconocer el nuevo Gobierno y se adelanta enviando nuevo embajador, y los diferentes países del entorno (incluido El Vaticano) dan el visto bueno a la República Española.

El día 29 de Abril, se toma una de las medidas más importantes y de gran calado social de la República: el Ministerio de trabajo anuncia medidas para combatir el paro agrícola. Y es el 8 de Mayo cuando se aprueba que las autoridades puedan obligar a los terratenientes a cultivar sus tierras baldías.
El Gobierno anuncia también la medida de separar el Estado y la Iglesia por lo que el Episcopado pierde de ese modo su derecho a estar representado en el Consejo de Instrucción Pública, órgano asesor del Ministerio.

Publicación del primer decreto de la República

Primer decreto de la República.

El Gobierno provisional de la República ha tomado el poder sin tramitación ni resistencia ni proposición protocolaria alguna; es el pueblo quien le ha elevado a la posición en que se halla y es él quien en toda España le rinde acatamiento y le inviste de autoridad. En su virtud, el presidente del Gobierno provisional de la República asume desde este momento la jefatura del Estado con el asentimiento expreso de las fuerzas políticas triunfantes y de la voluntad popular conocedora, antes  de emitir su voto en las mismas, de la composición del Gobierno Provisional.
Interpretando el deseo inequívoco de la nación, el comité de fuerzas políticas coaligadas para la instauración del nuevo Régimen designa a Don Niceto Alcalá Zamora y Torres para el cargo de presidente del Gobierno provisional de la República.

Madrid 14 de Abril de 1931