Se proclama la Segunda República Española

“En nombre de todo el gobierno de la República Española, saluda al noble pueblo español una voz, la de su presidente. Digno de admiración es el acto de nuestra toma de posesión, quizá imposible de imitar por la lección que el pueblo ha dado ante el mundo, resolviendo el problema de su revolución latente en medio de un orden maravilloso y por voluntad y vía perfectamente legales (…). Orden y paz. ¡Viva España y viva la República!”

Niceto Alcalá Zamora se dirige con fervor a la ciudadania para proclamar la República

A punto de caer la noche del día 14 de abril de 1939, el político conservador de recientes convicciones republicanas Niceto Alcalá Zamora, se dirigía a la multitud que abarrotaba la madrileña Puerta del Sol para proclamar con ese discurso la instauración de la Republica.
El Gobierno provisional se reúne en convocatoria extraordinaria para nombrar presidente del Gobierno a Alcalá Zamora y para redactar el Estatuto Jurídico con el que el Gobierno debe regirse hasta aprobar la nueva Constitución basada en los principios esenciales de la revolución. Reconoce la libertad religiosa, sindical y corporativa y lo más significativo: condiciona el derecho de la propiedad a la “función social de la tierra”.

La noche es larga: Se aprueba una amnistía a los presos políticos, se declara festivo desde ese momento el 14 de abril, se nombra ministros a los socialistas Indalecio Prieto y Marcelino Domingo y al republicano Diego Martinez Barrio. Al día siguiente será nombrado también Ministro de Economía el catalanista Nicolau d´Olwer. Para el día 20 casi todo el aparato gubernamental: Consejo del estado, embajadores, Gobernadores civiles y resto de cargos importantes han sido nombrados. Nace de este modo la Segunda República Española.

Primera reunión el mismo día 14 de abril del recién formado Gobierno provisional

La misma mañana del 14 de abril de 1931 llegaban noticias al Palacio Real informando al Rey Alfonso XIII que en la jornada anterior ciudades como Éibar, Vigo y Barcelona entre otras habían izado ya la bandera republicana. A las 11 de la mañana, el Rey lejos de buscar consuelo entre sus allegados reúne de urgencia al presidente del Gobierno, el almirante Juan Bautista Aznar, y a los Ministros de Gobernación y Estado, Garcia Prieto y el conde de Romanones respectivamente para acelerar el trámite del traspaso de poderes.
Alfonso XIII ha tomado la decisión de abandonar aunque sea temporalmente el trono, hasta que unas elecciones devuelvan el estatus al país. Sin embargo es sabedor de que volver no será fácil.

La prensa de toda España coincidía en sus titulares en los históricos acontecimientos

A primera hora de la tarde y con la ciudad de Madrid en calma, ya ondea en el Palacio de Comunicaciones la bandera tricolor de la Republica. A medida que se filtra la información de la renuncia de Rey, la gente va tomando pacíficamente las calles de la capital.
Es la hora de los republicanos. A media tarde dos vehículos con las figuras más destacadas de la Conjunción socialista Republicana, se dirigen hacia el Ministerio de Gobernación situado en la Puerta del Sol mientras el Rey hace sus maletas en Palacio para marcharse a Marsella. España estalla de júbilo. 


Celebración multitudinaria en la Puerta del Sol en favor de la República